lunes, 11 de julio de 2011

El vestidito de la muerte.

Esto fué así: Entré al Falabella ayer a la mañana, me llamo la atención el cartel de REBAJAS pegado en la baranda. Ahí estaba, ese vestidito que me quedaba divino, pero era carísimo.. era la mejor oportunidad; tenía que ser mío, pero apareció la rubiecita y antes de que yo lo tenga en mis manos, se lo llevó. La pobre flaca no entendio que ese vestido era mío. Osea, como se va a llevar MI VESTIDO? Imaginese, rosadito, con encaje, de modal, era divino. La idea no era que me lo robe, encima lo combinó con esos zapatos divinos, los mismos que me había comprado yo la semana pasada.

Le pedí mi vestido a la una, a las dos.. y llegó la tercera vez y la muy descarada se dió vuelta para bajar las escaleras y poder pagar MI VESTIDO. No, era imperdonable.

Pero... por qué tanto problema oficial? La empujé, sí. Cayó con la cabeza.. y nada, la saqué el vestido, y mire..no me queda lindo?

jueves, 7 de julio de 2011

Él, experto en mujeres de nadie como ella, y amante de romper corazones como el mío.

sábado, 2 de julio de 2011

El monólogo interno de Camila & Benjamín.

Benjamin.
"Si mi amor, te espero.. bañate. Más tarde me voy."
- Ja, esta se cree que yo como vidrio, que como autitos.. a Carlos Paz.. CARLOS PAZ! Y no sola, se va con el otro cara con granos ese de Nicolás, Hay! Putita.. Que me irá a decir cuando salga de bañarse, un congreso de pediatría.. pediatría las pelotas! Se va a terminar encamando con el, me va a cambiar por ese horrible, mirá lo que se va a perderrr!
Encima no se apura, debe estar pensando que decirme, cuando salga la puteo.. que me importa, si tiene que llorar que llore! Problema que me hago, después que le llore al otro gordito flácido, seguro la va a atender o le va a sostener la vela como lo hago yo, seguro que el se va a bancar las trasnochadas de estudio. Encima ese bolsito de MIERDA! Debe estar lleno de tangas para seducirlo.. Mirá la novia que te conseguiste! Una trola...

Camila (en la ducha)
- Haaaaaaaaaaaaay, que le digo? Como le aviso? Em... le puedo decir que fué un viaje que organizó la facu y se bajó una y quedo un bacante.. y que... nada, me favorece.. especialmente a mi futuro! Como va a ir en contra de eso? Ahhhh, me tengo que depilar! Nico va a pensar que estoy descuidada desde que cortamos.. tendré la camisita blanca limpia? A él le encanta.. y bueno, que Benja entienda, me sirve para mi carrera profesional.
EL AGUAAAA MI AMORRRRRRRRRRRRRRR, abrí la fría para lavar las cosas! Encima deje la máquina prendida, ya veo que lee el e-mail que me mandó el calentón de Nico.. se habrá cortado el pelo? Papito... CIERTOOO, me olvidé de cortarme el flequillo!
EL BOLSOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!! No lo guardé en el placarsd, pero el colgado ni lo debe haber visto...
Uh, me dejé el jabón en el mueble, ya fue.. me exfolio cuando llegue.. Sabés queee tenes que llevarte? El corpiño, ese de encaje.. le va a gustarrrrr, debe estar taaaan lindo, flaquito divino!
Pero.. qué le digo a Benja?

miércoles, 29 de junio de 2011

martes, 28 de junio de 2011

Pertenencia.-

O el mundo está al revés, o la que está al revés soy yo. Mientras yo vago por la vida buscando mi bendito sentido de pertenencia, otros parecen ya tenerlo, o eso aparentan. Vestidos caros, cuerpos modelados a "mano" es el de algunos. Colores top, hot, de moda, el de otros. El asado en familia, definitivamente constituye un sentido de pertenencia, pero no todo el que lo coma, va a pertenecer a algo; un extranjero, será menos extranjero por escuchar un tango de Gardel? Aún no lo sé, no lo comprendo. Se sorprenderían si les digo que yo no logro descubrir cual es mi sentido de pertenecer. Tomar una coca no es pertenecer al grupo que "disfruta de la vida cada día, que regala sonrisas", es simplemente algo que no solamente hace daño, si no que engorda, y mucho.
Volviendo a lo físico, el sentido de pertenencia es para otras y otros, someterse a un sinfin de tensiones, de agrandamientos, aprietamientos, de cola, de pechos, de narices, de bocas, de cachetes, de piernas, de organos, de de de de de de, etc, que les deforman el cuerpo, le quitan esencia, lo que son verdadera y físicamente. Son un grupo grande de personas que intentan encajar en un sociedad tan pequeña como la de hoy. Pero eso, es su sentido de pertenencia.
El creer en el primer trabajador te hace más argentino? El sentido de pertenencia está en el género al que se pertenece, o al que no pero aún así lo intenta, o el amor hacia alguien que no corresponde.
El mio se construye día a día, bajo la ducha, al cepillarme los dientes, busco maneras para dejar de vagar e intentar armar mi puto sentido de pertenencia antes de terminar en una pared, en un libro, o en una camilla.

Ella se maquilla, se peina, se viste
El se afeita, se perfuma y acondiciona su guitarra
Serenatas por micrófono, besos en la pantalla
Cercanías distantes.

martes, 14 de junio de 2011

Disparador: "El amenazado" Jorge Luis Borges.-


Sentado en el ventanal de la casa, mira la larga galería en donde alguna vez la amó con todas sus fuerzas, en donde enredó los dedos en sus cabellos, en donde construyó caminos con camisas desabotonadas, corbatas, faldas y zapatos. En su habitación, la veriedad de perfumes se mezclan dando una sensación de perfumería, pero después de permanecer un momento, aparece la esencia a rosa seca que ella sabía llevar. El girar de las agujas del reloj, no hacen más que revolver su pasado, y al revolverse, le añade un toque de llamadas a medianoche en donde se queda mudo de tanto que tiene para decirle.

Los abrazos ya no lo complacen, la imagen de su madre no le inspira tranquilidad. Sus hábitos, no existen. No tiene horarios para comer, no tiene horarios de trabajo. No tiene. No la tiene. Todas las tardes al caer el sol, se sienta al pie del naranjo del jardín, y entre aromas y dolor, él espera que regrese, como lo hacia siempre. Cuando no la ve llegar, no sabe si salir a buscarla (vanamente) o, encerrarse en su biblioteca a leer, o llorar, ya todo le da lo mismo. Nisiquiera los estantes llenos de libros por desempolvar lo motivan como antes. Todo es inútil. En sueños exclama su nombre, y despierto también la nombra.

Al anochecer, llena su vaso de whisky, y vuelve a retomar la galería, esquivando las baldosas que no se anima a pisar. De su bolsillo saca una llave, que abre la puerta que ella no conoce, ni va a conocer. Prende la estufa, se cobija con la manta roja que algún día fue testigo de los atardeceres fríos bajo el naranjo, y la contempla; en fotos, recuerdos, ropas y dolor.

El reloj anuncia la medianoche. Toma su sobretodo negro, y sale. Es momento de buscar, entre varios rostros maquillados, el rouge que algún día manchó su camisa, y su corazón.