lunes, 11 de julio de 2011

El vestidito de la muerte.

Esto fué así: Entré al Falabella ayer a la mañana, me llamo la atención el cartel de REBAJAS pegado en la baranda. Ahí estaba, ese vestidito que me quedaba divino, pero era carísimo.. era la mejor oportunidad; tenía que ser mío, pero apareció la rubiecita y antes de que yo lo tenga en mis manos, se lo llevó. La pobre flaca no entendio que ese vestido era mío. Osea, como se va a llevar MI VESTIDO? Imaginese, rosadito, con encaje, de modal, era divino. La idea no era que me lo robe, encima lo combinó con esos zapatos divinos, los mismos que me había comprado yo la semana pasada.

Le pedí mi vestido a la una, a las dos.. y llegó la tercera vez y la muy descarada se dió vuelta para bajar las escaleras y poder pagar MI VESTIDO. No, era imperdonable.

Pero... por qué tanto problema oficial? La empujé, sí. Cayó con la cabeza.. y nada, la saqué el vestido, y mire..no me queda lindo?

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